ENDOCRINOLOGIA CRIMINAL
Explica las causas del delito, en el
mal funcionamiento de las glándulas de secreción internas llamadas endocrinas,
toda vez que estas glándulas son las encargadas de enviar las hormonas al
torrente sanguíneo, los criminólogos suponen que pueden influenciar el
comportamiento de las personas dependiendo de si están hipo o hiper
estimuladas. Los estudiosos se han concentrado principalmente en 3 glándulas:
·
Tiroides
- Cuando esta glándula esta hiperestimulada convierte a la persona en un
asesino sanguinario.
·
Suprarrenales-
secretan adrenalina que se activa en situaciones rápidas y urgentes, se cree
que incitan a la persona a cometer delitos emocionales.
·
Sexuales:
Cuando están hiperestimuladas, ínsita a la persona a cometer delitos sexuales o
inmorales.
Principales estudios endocrino-criminológicos
Resulta claro que nuestra
ciencia se interesa sobremanera en tema de las glándulas de secreción interna,
así nace una verdadera corriente endocrinológica en criminología.
Lyonz Hunt estudio un
muestreo de mil criminales y encontró que de ellos el 40% tenían
endocrinopatías, principalmente hipertiroidismo de delincuentes pasionales, eh
hipotiroidismo en vagos y malvivientes.
En Italia
Landogna-Cassone estudio 500 delincuentes sicilianos. Encontrando en los asesinos
cínicos y sanguinarios una hiperfunción de la hipófisis; en los homicidas
pasionales encontró el hipertiroidismo; en los ladrones hipofunción de la
hipófisis; y entre los delincuentes sexuales disfunción gonádica.
Vidoni comprueba, en el
norte de Italia, en Génova, con un muestreo de 116 delincuentes, la tesis de
Casona, llegando a las mismas conclusiones. Brandino por su parte, estudia 605
presidiarios, encontrando en 99, trastornos endocrinos claros.
Kinberg estudio eh hizo
un resumen muy bueno de los principales descubrimientos hechos hasta entonces
en endocrinología y criminalidad, llegando a conclusiones similares a la de los
autores anteriores y encontrando que en los delincuentes jóvenes más del 50%
tienen alteraciones endocrinológicas.
Pende en Italia Schlap y
Smith en los Estados Unidos, Mjöen y Branteberg en Noruega, Kronfeld en
Alemania, llegan a conclusiones muy similares óseas que con el número de
delincuentes con alteraciones endocrinológicas es mucho mayor al número de
sujetos que tienen alteraciones endocrinológicas en el mundo.
Para finalizar es
necesario mencionar la experiencia mexicana. En 1960, Tilda Rivah Rivah hacia
su tesis recepcional, en la penitenciaria del Distrito Federal, encontrando,
además de una gran desnutrición, que las enfermedades de las glándulas
endógenas son muy abundantes en este penal, y tan solo una porción del 22% de
sujetos sanos.
Notas de hipertiroidismo
y de hipersuprarrenalismo en los delincuentes constitucionales homicidas y
sanguinarios; de distiroidismo y dispituitarismo, en los ladrones, de
disfunciones en las glándulas sexuales en los reos contra las buenas
costumbres, de hipertiroidismo en los culpables de delitos de violencia; y de
dispituitarismo, en los ladrones, falsarios y estafadores.
Endocrinología y Criminalidad
Plantel divide la
historia de los estudios endocrinológicos en criminología en tres periodos:
a) Periodo de los
precursores.
b) Periodo de
sistematización, en esta etapa se consideró que las anomalías de la secreción
de las glándulas endocrinas era el factor fundamental en la criminalidad.
c) Periodo de reacción en
que se consideran las endocrinopatías como suficientes para producir un crimen.
Es indudable que no puede
explicarse el crimen o la criminalidad por medio de un solo factor o causa. La
endocrinología ha aportado múltiples datos para la mejor comprensión del
comportamiento humano, Pende afirmaba que el estudio de las glándulas de
secreción interna puede explicar en parte en el cómo y no el porqué del crimen.
Di Tullio afirmaba que es
necesario tener presente a este respecto la importancia de las glándulas de
secreción interna, en el desarrollo del temperamento y del mismo carácter
individual, y por eso hace tiempo que se trata de conocer mejor la influencia
que las disfunciones hormonicas y neurovegetativas pueden tener en la génesis y
dinámica de los delitos contra personas, contra las buenas costumbres y hasta
contra la propiedad.
Es necesario indagar en
este campo científico cada vez con mayor rigor científico, para evitar
conclusiones precipitadas y dañosas generalizaciones. Entre las funciones
hormonicas y la actividad criminal se pueden establecer las siguientes
relaciones:
a) Relación de
subordinación genética de las anomalías éticas y de las tendencias criminales a
las funciones hormonales.
b) Relación de simple
coordinación y reciprocidad de las unas a las otras, como manifestaciones de
una especial disposición generativa del individuo.
c) Relación en que las
anomalías hormonales y éticas permanecen independientes y autónomas.
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